"A letter" by angry bird.
Mira, vengo a explicarte una cosita.
A ver si entiendes de una puta vez que las relaciones son construcciones, sin importar la sangre y cualquier pavada, que si vamos, que la familia no se elige pero y eso qué. Si eres una persona tóxica que solo envenena mi vida me va a importar poco y nada seas un desconocido o mi propio progenitor, te mandaré a la mierda de igual manera te lo aseguro.
Y si, lo más probable es que no te lo diga en la cara a no ser que la bomba estalle. Lo seguro es que me lo guardaré y consumiré mis propias lágrimas, mi propio dolor y tu veneno hasta que acabe conmigo misma.
Pero es que da igual como reaccione, el sentimiento está de igual manera. Y que no es odio, quédate tranquilx, que no lo vale y que si quiero perder el tiempo lo hago en algo más productivo, vamos.
Pero que sepas que ningún argumento es falible ante el desprecio y que como dije antes y repito en otras palabras por si no te quedó claro, me vale cinco hectáreas de mierda tu existencia en este planeta, en este universo y en paralelos de igual manera.
Que la sangre y la familia no son elecciones pero la idiotez y el odio sí, así que continúa tranquilx con tus elecciones pero aléjate de mi vida.
PD: Y envíale saludos a tu madre, dile que me compadezco de ella, xoxo.
[24022018 4:39 AM]
-ficción
espero me encuentres antes de que vuelva a perderme.
always
desequilibrado y loco
roto y astuto
ingenuo y pasional
manipulador y manipulado
¿te describe o me describe?
a bunch of fanarts I drew for an AU where Victor is actually a demon who disguises himself as human
gently shake the screen, make the victor boogie
lmk what other characters you'd like to see boogie!
¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste? No buscando una respuesta ni encontrando una certeza, sino la última vez que te escapaste de lo cotidiano y te detuviste. No por cansancio ni por desidia, sino porque sí. ¿Cuándo fue la última vez que te detuviste y dejaste que todo a tu alrededor flotara? Como quien se anima a desconectar las cosas, a quitarles su carácter de utilidad, a sacarlas de la lógica del cálculo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que no sirviera para nada? Para nada ni para nadie, ya que las servidumbres se presentan de formas muy misteriosas. Algo que no fuese pensado desde la ganancia, el interés o el egoísmo. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo porque sí? No porque te convenía o porque lo necesitabas, o incluso porque lo querías; sino porque sí. O al revés: ¿cuándo fue la última vez que la casualidad hizo con vos algo? No algo productivo, ni profundo, ni siquiera algo en sentido estricto. ¿Cuándo fue la última vez que le diste un abrazo a alguien? No a tus seres queridos ni a personas conocidas, sino a “alguien”, no importa a quien. ¿Cuándo fue la última vez que diste? No importa qué. Un regalo no vale por lo que es, sino que vale en tanto regalo. Un regalo no vale. Un regalo no es. Se da y no vuelve. ¿Cuándo fue la última vez que te abriste? ¿O que no te cerraste? ¿O que demoliste tus puertas? ¿O que dejaste entrar al indigente? ¿O que ese otro irrumpió en vos y te llevó puesto? ¿Cuándo fue la última vez que recordaste? No cuando vence la factura de gas o la fecha del examen, sino que te recordaste como una trama, como una huella, como parte del relato en el que te ves inmerso, como el deseo de querer seguir narrándote. ¿Cuándo fue la última vez que lloraste? Simplemente lloraste. De alegría, de tristeza, da igual. Llorar, como quien expresa en ese acto primitivo la existencia viva; como quien solicita, pide, ruega, pero no reclama, ni exige, ni cree merecer.¿Cuándo fue la última vez que te perdiste? No en esta calle o en este trabajo o con este proyecto compartido. Perderse, dejándose llevar por ese acontecimiento imprevisible, dejándolo ser. El mundo está repleto de carteles y señales. El mundo está lleno de héroes que te proponen un formato industrial del ser uno mismo y una carrera exitosa basada en el afianzamiento de lo que sos. No importa qué sos, sino abroquelarte en lo tuyo, o en los tuyos, y sobre todo erigir los muros que hacen del otro y de lo otro algo invisible. Por eso perderse, como quien pasea sin rumbo, o habla con una tortuga, o le pide perdón a un helado por comérselo. Como quien se baja del colectivo para caminar por esas calles extrañas, como quien encuentra una mirada que lo devuelve para adentro y cae en el abismo. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste miedo? No por lo que te pudiera pasar, sino por pensar que tal vez nunca no te pasara nada. ¿Cuándo fue la última vez que preferiste la nada al ser, un olor a un concepto, un insomnio a un ansiolítico, un árbol viejo a un ascensor? ¿Cuándo fue la última vez que te traicionaste, que te animaste, que transgrediste, que te lanzaste, que tuviste un sueño, que creíste, que descreíste, que te arrepentiste, que te afirmaste, que te cuestionaste, que soltaste lo propio y te abriste a la pregunta? ¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste?