VISUAL PROCESS 1 by sculptor, Serge Jupin.
Pretty ✨
Marilyn Monroe photographed by Eve Arnold in 1955.
The first image, where she’s reading Joyce, is often treated like a kind of joke—but, apart from being naturally intelligent, MM was actually intellectually very curious. She always wanted to learn more, to figure things out. It wasn’t: “Look everybody, I’m reading a difficult book, I’m not dumb!” It was a personal thing, which meant a lot to her.
(I’ve featured two of these before but they fit here too.)
Source: Gloria Ross on Pinterest
Apollonia Saintclair 712 - 20170212 Le masque de la Méduse
Hola. ¿Tienes algún poema de superación amorosa?
De Alejandra G. Remón
El sexo es el juego más simple que existe, para ser razonables, es el más sencillo. La metes y la sacas, lo sacas y lo metes, sube y baja, baja y sube, media vuelta y otra vuelta, no hay árbitro, aficionados echando porras (a menos que sea una despedida de soltero), no hay marcador, puntos, pero siempre, y por decisión de ambos, en la mayoría de los casos, se llega a tiempo extra. Otra de las ventajas del juego es que no necesita uniformes, cascos (bueno, de vez en cuando de látex), zapatos especiales o señalamientos. Es el único juego donde nadie gana, a no ser que uno de los dos terminé muy pronto y no esté dispuesto a ayudar a su contrincante a empatar. Luego de practicarlo un tiempo muchos tienen la idea de que para hacerlo más interesante hay que ir poniendo reglas, como:
¿Nos vemos antes para salir a cenar?
¿Pasas por mí después del trabajo?
Llevar un detalle antes del encuentro
Comenzar a contar intimidades
Hablar de planes a futuro
Prometerse amor para no sentirse tan insensibles
Comparar virtudes inventadas con otros competidores para demostrar quién tiene el mejor juego
Y cuando un juego se llena de reglas, se vuelve un sistema, y lo sabemos, todos andamos huyendo de los sistemas.
El libro tinto para charlar con el que no vino, Quetzal Noah
“Me hiciste sentir luminosa, como si yo tuviera un poder que ni yo misma reconozco, como si dentro de mí estuvieran todas las respuestas, como cuando miras un cuadro y el corazón se estremece entre la felicidad, tristeza y asombro. No puedo privarte de las palabras maravillosas que te salen, sin embargo, yo no me siento como todo eso que tú logras ver en mí. No puedo cortar tus alas, pero no puedo volar contigo, déjame aquí, tengo un montón de pedos en la cabeza, un desmadre constante que me desequilibra, que me derrumba, me arroja cuando creo estar bien y ya tengo suficiente conmigo misma como para soportarlo. Por favor, no romantices la insistencia, escribe un poema que te sane de esto si es necesario. No entiendas nada de lo que te digo como una oportunidad para sanarme, no permitas que tu ego te haga creer que yo estaría mejor de tu lado. Estoy bien, aunque no todo el tiempo me siento suficiente he ido aprendiendo a bastarme con lo que soy.”
— Mágico y ebrio, Quetzal Noah (via quetzalnoah)
El Futuro.
Julio Cortazar
Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.